Retiro de Pentecostés 2020: primer día (viernes 22)
Adoración
Meditación:
Dios quiere que vivamos días de reflexión en silencio, como preparación para una gran fiesta, para que iniciemos una nueva etapa de la vida, para que concluyamos una determinada tarea y para prepararnos a vivir una transformación hacia una vida de mayor profundidad, tranquilidad y claridad.
Estos días ponen una señal de alto a nuestras acciones y nos permiten reflexionar sobre nuestro ser, para orientarlo, aclararlo, limpiarlo, calmarlo y purificarlo. Para poner a Dios como nuestro único centro. Solo entonces, desde allí, desde Dios, seremos invitados a salir para emprender nuevas acciones, comenzar una nueva fase de la vida e ir hacia un nuevo sacrificio, de mayor profundidad.
Los días silenciosos son siempre días de tabernáculo, días que pasamos alrededor de este único centro. Frente a nosotros está el tabernáculo. ¡Oh, gran amor de nuestro Señor, que quiere vivir aquí por nosotros! Él toca el alma y esta ya oye a Aquel que la ama: «¡Ven! Por tu bien estoy aquí. Pórtate bien, vacíate; vacíate de toda palabra que te rodea, para que me escuches a mí dentro de ti. YO SOY LA PALABRA que se hizo carne por tu causa. Me he vaciado —renunciando a mi poder divino— para llevarte a ti y a todos a mi Corazón. ¡Sé tú también mi tabernáculo!, en el que nada ni nadie vive, sino solo Yo. Vacíate, queda como un libro con sus páginas en blanco, que esperan ser escritas solo por Mí. Yo soy la Palabra. Sé mi pequeña y querida palabra, con la cual quiero llamarte: ¡Ven!»
LA SANTIDAD DE DIOS Y LA ADORACIÓN
La santidad se adapta a tu casa, oh Señor, hasta el fin de los tiempos. (Sal 93, 5)
LA SANTIDAD DE DIOS
«Porque solo tú eres santo» (Ap 15,4)
En el Gloria de la Misa oramos: «Porque solo tú eres el Santo, solo tú Señor, solo tú Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén». Aquí estamos diciendo que la santidad es una cualidad propia de Dios. …
II ADORACIÓN, RESPUESTA DEL HOMBRE A LA SANTIDAD DE DIOS
En el primer día de la novena queremos retirarnos de los afanes devastadores del mundo. Antes de su ascensión, el Salvador ordenó a los suyos que no abandonaren a Jerusalén y permanecieran en oración unánimemente hasta la venida del Consolador. Con esto, el Señor quiere dirigir nuestro espíritu hacia el altar, hacia la cruz y dirigirlo al gran evento. Con la proclamación de la Encarnación de nuestro Señor, se cerró la Antigua Alianza y amaneció el tiempo de JESUCRISTO, el Salvador. Con la Ascensión del Señor, el clímax de la historia humana se cierra y comienza el silencio de los nueve días antes de la venida del ESPÍRITU que ejercerá su gobierno hasta el final de los tiempos.
Retiro de Pentecostés: segundo día (sábado 23)
Adoración: El camino hacia la santidad
Hemos discutido cómo la adoración es la forma más alta de reverencia, gloria y honor debido a Dios. Pero ahora tenemos que ver cómo la adoración es también un medio para que el hombre se vuelva santo como Dios es santo. Hemos mencionado que el concepto de santidad contiene tres elementos básicos: 1) pureza; 2) firmeza y estabilidad; 3) integridad y bienestar. La adoración proporciona la manera perfecta para que los hombres crezcan en estas cualidades de santidad.
Retiro de Pentecostés: tercer día (domingo 24)
La corriente que alegra a la ciudad de Dios
A lo largo de la Sagrada Escritura, se menciona un río que fluye desde el centro de la Ciudad de Dios. Este río ya está representado en el Jardín del Edén: «Un río fluye del Edén para regar el jardín
Retiro de Pentecostés: cuarto día (lunes 25)
La Palabra, la Sabiduría de Dios y la Meditación.
«Bienaventurado el hombre que medita en la sabiduría y que razona inteligentemente» (Sir 14,20).
1. LA PALABRA Y LA SABIDURÍA DE DIOS